Todos conocemos al enojo. Esa sensación ardiente que te sube por el pecho, te tensa los hombros y te hace fruncir el ceño. A veces, hasta parece que tienes un pequeño horno encendido en el estómago. Pero, ¿alguna vez te has parado a pensar que ese enojo podría estar tratando de decirte algo?
Vamos a pensar en ese enojo como si fuera un mensajero. Un mensajero un poco ruidoso y gruñón, sí, pero un mensajero al fin y al cabo. Aquí te dejo algunos consejos sobre cómo puedes entender mejor lo que ese mensajero enojado está tratando de decirte:
- Auto-observación: Primero, presta atención a cuándo te sientes enojado. ¿Qué está pasando en esos momentos? ¿Hay algo que siempre parece encender ese horno de enojo en tu estómago?
- Conexión Emocional: Acepta tu enojo y permítete sentirlo. El enojo a menudo surge cuando sentimos que nuestros límites han sido cruzados o que nuestras necesidades no se están cumpliendo. Así que, en lugar de ver al enojo como un enemigo, intenta verlo como un aliado que está tratando de ayudarte a entender tus propias necesidades y límites.
- Diálogo Interno: Después, intenta hablar con tu enojo. Sí, suena un poco raro, pero pruébalo. Pregúntale qué quiere, por qué está tan enojado y qué necesita para calmarse.
- Historia del Enojo: Intenta entender cuándo empezaste a sentirte así. ¿Hubo alguna experiencia o evento que prendiera la mecha de este enojo?
- Respeto y Reconocimiento: Trata a tu enojo con respeto. Reconoce que está ahí por una razón y tiene algo que decirte. Imagina que el enojo es un amigo que ha venido a entregarte un mensaje importante. No lo ignores ni lo descartes. En lugar de eso, demuéstrale que valoras su mensaje y estás dispuesto a escucharlo.
- Agradecimiento y Acción: Una vez que hayas entendido el mensaje de tu enojo, agradece. Sí, agradece a tu enojo por hacer su trabajo y protegerte. Luego, comprométete a tomar acción basada en lo que has aprendido. Quizás necesites establecer un límite, expresar una necesidad o hacer un cambio en tu vida. Al hacer esto, demuestras a tu enojo que su mensaje ha sido escuchado y tomado en cuenta. Y por último, si sientes que el enojo es abrumador o que está relacionado con experiencias pasadas difíciles, puede ser útil buscar la ayuda de un profesional.
Este proceso de observar, dialogar y aceptar nuestras emociones, como el enojo, es una parte fundamental de lo que se conoce como el modelo de Internal Family Systems (IFS). La idea es fomentar una relación de aceptación y compasión entre nosotros y nuestras emociones, permitiendo que todas las partes de nosotros se sientan escuchadas y comprendidas.