
A diario usamos máscaras. El empleado en el comercio se coloca una máscara para atender bien. Socialmente ocultamos nuestros verdaderos pensamientos y emociones para ser sociales y ser aceptados. Pero lo hacemos tan mecanicamente que no siempre estamos concientes de lo que pasa en nuestro interior.
No solamente ocultamos nuestro cansancio o una verdad. Ocultamos nuestra verdadera naturaleza interna. Nuestros pensamientos, nuestras emociones y principalmente también nuestras contradicciones.
No te sugiero que te quites la máscara. Pero si te invito a conectar con tu realidad interior, ser conciente de ella, validarla y darle un lugar con amor.