Sara estaba en su lugar favorito del mundo, su tranquilo rincón en la biblioteca local, cuando su amiga Isa se unió a ella. Había algo en el rostro de Isa, una suavidad y una serenidad, que captó la atención de Sara. No era la misma Isa que solía conocer.
«Te ves diferente, Isa», comentó Sara.
Isa sonrió, una sonrisa llena de significado y comprensión interna. «He estado trabajando con mi terapeuta en la terapia de Internal Family Systems (IFS)», dijo Isa.
Sara, intrigada, preguntó más sobre el proceso y eso llevó a Isa a relatarle su viaje reciente.
«Hace un tiempo, estaba lidiando con algo bastante personal. Era como si una parte de mí siempre estuviera a la defensiva, como si estuviera constantemente en guardia. Me estaba afectando en todos los aspectos de mi vida. Mi terapeuta me ayudó a identificar estas emociones y creencias defensivas como una ‘parte protectora’ de mí misma», explicó Isa.
«A través de la terapia de IFS, empecé a observar y entender a esta parte protectora. Comprendí que su trabajo era mantenerme segura y protegerme, pero estaba creando más problemas que soluciones. Y lo que era aún más interesante era que, mientras más estudiaba a esta parte protectora, más entendía que no sólo estaba protegiéndome de las amenazas externas, sino también de las internas».
Isa hizo una pausa, recogiendo sus pensamientos antes de continuar, «Descubrí que había otra parte de mí, una parte más profunda y delicada, que estaba siendo protegida por esta parte protectora. Era una parte herida, llena de viejos miedos y dolores que había enterrado hace mucho tiempo. Esta parte herida era el verdadero origen de mi constante estado defensivo».
Sara se quedó en silencio, asimilando la historia de Isa. «Debe haber sido una gran sorpresa para ti», dijo finalmente.
«Lo fue», asintió Isa, «pero también fue liberador. Ahora que conozco a estas partes de mí, puedo empezar a curarlas. Ya no tengo que estar a la defensiva todo el tiempo. Y aunque todavía tengo un largo camino por recorrer, por primera vez en mucho tiempo, siento que realmente me estoy moviendo hacia adelante».
Sara sonrió, emocionada por su amiga. Se sintió inspirada por la valentía de Isa y la forma en que estaba abordando sus problemas de frente. Tal vez, pensó, ella también podría encontrar su propio camino hacia la curación.