Meditación del Jardín Interno – SER LIBRE
Esta meditación de 14 minutos te ayuda a conectarte contigo mismo en un nivel profundo, a través de la visualización y la imaginación, permitiéndote explorar y descubrir tus partes internas. Te invita a escuchar tus pensamientos, emociones y preocupaciones con atención y compasión, permitiéndote expresarte libremente. Al final de la meditación, te sentirás más conectado contigo mismo y agradecido por haber tenido la oportunidad de explorar tu sabiduría interior.
- Encuentra un lugar tranquilo y cómodo donde puedas sentarte o recostarte sin interrupciones. Cierra los ojos y toma tres respiraciones profundas, inhalando por la nariz y exhalando por la boca. Siente cómo tu cuerpo se relaja con cada exhalación.
- Imagina que estás de pie frente a una hermosa puerta de madera en medio de un bosque. Esta puerta conduce a tu jardín interno, un lugar especial donde puedes encontrarte con tus partes internas. Abre la puerta y entra en el jardín.
- Observo los detalles de tu jardín: los colores de las flores, el sonido de los pájaros y el aroma de la brisa. Siente cómo este lugar te invita a explorar y descubrir tus partes.
- Camina por el jardín y busca un lugar tranquilo donde puedas sentarte y encontrarte con tus partes. Mientras te sientas, invita a tus personajes internos a que se unan a ti. Pueden aparecer en diversas formas, como personas, animales, objetos o incluso sensaciones. Acoge a cada personaje con curiosidad y sin juicio.
- Una vez que todos tus personajes internos se hayan reunido, invítalos a que compartan sus pensamientos, emociones y preocupaciones contigo. Escúchalos con atención y compasión, permitiéndoles expresarse libremente.
- En el centro del jardín, hay una fuente que representa tu sabiduría interior y la capacidad de sanar y crecer. Imagina que cada parte se acerca a la fuente y bebe de su agua, encontrando alivio, aceptación y comprensión en su interior.
- Agradece a cada personaje por compartir sus experiencias contigo y por formar parte de ti. Hazles saber que siempre son bienvenidos en tu jardín interno y que estás dispuesto a escucharlos y apoyarlos.
- Despídete de tus partes internas y sal del jardín, cerrando la puerta de madera detrás de ti. Toma tres respiraciones profundas nuevamente, inhalando por la nariz y exhalando por la boca. Al exhalar por última vez, abre tus ojos y regresa al espacio donde te encuentras.