Veo las constelaciones familiares como una metodología para abordar gran variedad de temas con el propósito de resolver un problema o de lograr un objetivo.
La metodología propone definir el asunto y representarlo con objetos en una consulta individual o con personas en los talleres grupales.
La representación permite al consultante, ver las dinámicas que se manifiestan en esa circunstancia particular y la estrategia necesaria para lograr lo que necesita.
Se pueden aplicar a gran variedad de situaciones. Asuntos personales, familiares, negocios, conflictos judiciales, selección de personal o la escritura de un libro.
La forma de trabajar y su conceptualización puede ser muy amplia y variada dependiendo de cual sea la escuela o la línea de trabajo, pero todas tienen en común las bases definidas en los años 80 por Bert Hellinger, psicoterapeuta alemán.
Ël observó en su trabajo con las constelaciones familiares que las familias se comportan como sistemas abiertos y que consciente o inconscientemente, cuidan de ciertas normas para que reine la armonía y la continuidad del sistema y las denominó los «Ordenes del Amor«.
Los Órdenes del Amor tienen que ver con la Pertenencia, la Jerarquía y el Equilibrio de las Relaciones entre sus miembros. Cuando estos principios están alterados o no son tenidos en cuenta, surgen los conflictos, las dificultades, la pérdida de la salud o la armonía.
En ocasiones cuando se intenta resolver una situación, sin la perspectiva sistémica o sin tener en cuenta los órdenes del amor, lo que se resuelve por un lado emerge nuevamente por otro.
La constelación permite lograr una mirada integral de todo el sistema así como de las dinámicas que se producen en su interior.
Generalmente sorprenden por su precisión, rapidez. Son directas y profundas.
En otras publicaciones hablaremos más en profundidad de los Órdenes del Amor y de las dinámicas e implicaciones más frecuentes en Constelaciones Familiares.