Infravalorarse no le sirve de nada al mundo. De nada sirve encogerse para que los demás no se sientan inseguros a tu alrededor. Naciste para manifestar la gloria de Dios que vive en ti. Una gloria que no está sólo en algunos de nosotros: está en todos. Al permitir que brille nuestra propia luz, damos permiso a los demás, de forma inconsciente, para que hagan lo mismo. Cuando nos liberamos de nuestro miedo, nuestra presencia libera automáticamente a los demás»
«Lo que más nos asusta no es nuestra oscuridad, sino nuestra luz. Y nos preguntamos: «¿Quién soy yo para ser una persona brillante, encantadora, inteligente y fabulosa?». De hecho, ¿quién eres tú para no serlo?
Marianne Williamson en su obra A Return to Love
Queres bajarte el libro de Marianne ??
Haz clic para acceder a archivo4.pdf