Una de las preguntas más fascinantes del modelo de Sistemas de la Familia Interna (IFS) es: ¿de dónde vienen nuestras “partes”? ¿Son el resultado del trauma o algo más profundo? La respuesta de IFS es esperanzadora y transforma la manera en que nos entendemos.
1. Nacemos con ellas: la multiplicidad es parte de nuestra naturaleza
IFS parte de una idea radical: tener múltiples partes no es un defecto, es humano. No somos una mente única que se quiebra; desde el principio, nuestra psique contiene subpersonalidades con su propia actividad, motivaciones y recursos.
- Diseño original: la multiplicidad aparece como una organización natural de la mente: cada parte aporta funciones y talentos potenciales.
- No son fallas: las partes no son meras emociones pasajeras; son “mini-agentes” internos que contienen creencias, memorias y estrategias.
2. El trauma no crea las partes: las transforma
Si las partes ya existen, ¿qué hace el trauma? Lo esencial es esto: el trauma no inventa partes, las obliga a asumir roles extremos para proteger al sistema.
- Existencia previa: muchas partes que hoy están cargadas (los exiliados) o protegen (los managers y bomberos) ya existían antes del evento traumático.
- Roles forzados: cuando una parte dice “nací en ese abuso”, suele significar: “en ese momento me vi forzada a cambiar mi papel y a protegernos de modo extremo”.
- Las cargas: el trauma deja “cargas” —creencias y emociones intensas (vergüenza, miedo, impotencia)— que las partes llevan. La parte no es la carga; simplemente la carga la habita.
3. El Self: nuestro núcleo de calma y sabiduría
Más allá de las partes existe el Self: no es una parte más, sino la esencia que reúne calma, curiosidad, compasión y claridad.
- Descubrimiento clínico: Richard Schwartz observó que, al diferenciar partes, muchas personas reportaban una presencia distinta: “eso no es una parte, eso soy yo”.
- Siempre presente: el Self no se daña; suele estar oculto por la desconfianza de los protectores. Cuando estos se relajan, el Self emerge naturalmente y permite la sanación desde un lugar de liderazgo compasivo.
En resumen: IFS propone ver la psique como un sistema rico en recursos que fue forzado a sobrevivir. La terapia busca liberar a las partes de sus cargas y devolver el liderazgo al Self, restaurando armonía y equilibrio interior.