Inspirado en la entrevista a Pam Krause realizada por IFS Portugal (puedes escuchar el podcast completo aquí o también puedes leer la transcripción), exploramos una serie de conceptos que invitan a repensar cómo entendemos el “estar en Self” en el modelo Internal Family Systems (IFS).
Pam Krause, reconocida Senior Lead Trainer del Instituto IFS, cuestiona algunos supuestos comunes que pueden generar confusión o limitaciones en la práctica terapéutica y en la vida cotidiana.
1. Autoliderazgo frente al ideal del Self puro
Pam propone movernos del ideal rígido de estar plenamente “en Self” hacia un concepto más flexible y realista: ser autodirigido (Self-led). Estar en Self no significa ausencia total de emociones o partes, sino liderar desde la conciencia, integrando nuestras partes.
Idea clave: El verdadero potencial terapéutico del Self se revela en su relación con las partes, no en su aislamiento.
2. La mezcla o fusión no siempre es negativa
Pam plantea que la fusión con nuestras partes no debe entenderse en términos absolutos como algo “bueno o malo”. Introduce una perspectiva más útil: ver la fusión como una escala del 0% al 100%, donde una cierta mezcla consciente y controlada puede ser incluso deseable.
Idea clave: Ser capaz de elegir conscientemente el nivel de fusión en diferentes situaciones es una señal saludable de integración emocional.
3. El uso inadecuado del concepto de Self
Pam advierte sobre cómo la idea del Self puede ser usada, en ocasiones, para invalidar o silenciar emociones y partes genuinas, bajo el argumento de que “no estás en Self”. Esto crea vergüenza y distancia en vez de conexión.
Idea clave: La idea del Self no debe utilizarse como herramienta para imponer neutralidad emocional forzada, sino para promover autenticidad y conexión profunda.
4. Evitar la espiritualización del Self
Pam describe un fenómeno similar al “bypass espiritual”, en el que tratamos de sostener un estado aparentemente espiritual y sereno para evitar enfrentar emociones incómodas o poner límites necesarios en nuestras relaciones.
Idea clave: El Self genuino no excluye emociones difíciles, sino que las incluye conscientemente y puede establecer límites claros desde la responsabilidad y la compasión.
5. Las partes como recursos valiosos
Desde su perspectiva, nuestras partes internas no deben ser vistas como obstáculos o molestias, sino como recursos valiosos que ofrecen sabiduría, intuiciones e información importante para guiarnos.
Idea clave: El terapeuta autodirigido escucha activamente a sus partes, reconociéndolas como aliadas útiles y no como enemigos que hay que neutralizar.
6. La conexión como alternativa a la regulación forzada
Pam introduce el concepto del “Acceso Directo Implícito”: frente a emociones intensas o fusiones fuertes, es más efectivo conectar directamente con la parte implicada en vez de exigir que se desvincule.
Idea clave: La conexión empática y directa es más efectiva para desactivar una fusión intensa que la exigencia de regulación aislada.
7. La cultura del Self “correcto” en los entrenamientos
Pam Krause cuestiona la tendencia implícita en algunos entrenamientos de excluir emociones difíciles como la ira, la frustración o la tristeza intensa. Esto, según ella, limita el aprendizaje y reduce la autenticidad emocional.
Idea clave: La autenticidad terapéutica implica aceptar e integrar todas las emociones, incluso las más incómodas, como parte natural de la experiencia humana.
8. Límites autoguiados desde el Self
Por último, Pam enfatiza que estar en Self no significa aceptar todo incondicionalmente. El Self genuino también establece límites saludables, como en el caso personal que comparte sobre limitar las interacciones con una hermana para preservar su bienestar emocional.
Idea clave: El Self sano es capaz de poner límites claros desde el respeto y la compasión, incluyendo límites hacia uno mismo.
Reflexión final: abrazar la humanidad desde el Self
Pam Krause nos recuerda que excluir nuestras emociones por perseguir un ideal de Self puro termina exiliando nuestra propia humanidad. El objetivo real del trabajo con el Self es cultivar una vida más plena, auténtica y profundamente conectada con todas nuestras partes.
Desde esta visión enriquecida, podemos practicar un IFS más inclusivo, realista y profundamente humano.