La Terapia Gestalt y el modelo Internal Family Systems (IFS) son enfoques experienciales que buscan ampliar la autoconciencia y facilitar un diálogo interno más saludable. Aunque parten de marcos conceptuales distintos, ambos invitan a la persona a entrar en contacto con su mundo interno de una manera vivencial y profunda.
Este artículo explora las conexiones entre la Gestalt y el IFS, destacando cómo pueden complementarse en el trabajo terapéutico y ofreciendo una mirada integradora a sus diferencias.
Un Lenguaje Común: La Experiencia Directa y el Diálogo Interno
A pesar de sus diferencias, Gestalt e IFS comparten algunos principios esenciales:
- Fomentan la toma de conciencia (awareness): La Gestalt lo hace a través del contacto con el “aquí y ahora”, mientras que en IFS la conexión con las partes internas se da a través del liderazgo del Self.
- Trabajan con la multiplicidad interna: En Gestalt, se abordan polaridades internas a través del diálogo (como en la técnica de la “silla vacía”), mientras que en IFS se reconoce que cada parte tiene un rol dentro del sistema interno.
- Promueven la experiencia directa: Más que quedarse en lo racional, ambos enfoques buscan que la persona experimente los cambios en sesión, ya sea a través de la dramatización (Gestalt) o el acceso interno a las partes (IFS).
Estas similitudes hacen que terapeutas formados en Gestalt puedan encontrar en IFS una evolución natural de su trabajo con la experiencia y el diálogo interno.
Diferencias en el Trabajo con las Partes
Aun con puntos en común, los dos enfoques tienen maneras distintas de abordar la relación con los aspectos internos de la persona:
- Cómo se conceptualizan las partes
- En Gestalt, se trabaja con polaridades (ejemplo: la parte que quiere avanzar y la que teme hacerlo).
- En IFS, se entiende que todas las partes tienen una función dentro del sistema interno y se organizan en protectores (administradores y bomberos) y exiliados.
- El enfoque de la relación con las partes
- En Gestalt, la interacción con las partes puede ser más confrontativa, buscando que la persona asuma su responsabilidad en el presente.
- En IFS, el énfasis está en generar una relación de confianza con cada parte desde el Self, que aporta calma y curiosidad en lugar de confrontación.
- El proceso de integración
- La Gestalt trabaja la integración a través del contacto y la resolución de polaridades, sin distinguir entre un “Yo esencial” y las partes.
- IFS busca restaurar el liderazgo del Self y liberar las cargas emocionales que las partes han sostenido.
- Cómo se resuelven los conflictos internos
- En Gestalt, el objetivo es que la persona pueda integrar y sostener las tensiones entre sus polaridades.
- En IFS, se busca que las partes puedan transformar sus estrategias de protección y liberar heridas pasadas.
IFS y Gestalt: ¿Opuestos o Complementarios?
Más que enfoques opuestos, IFS y Gestalt pueden verse como caminos que se complementan. Un terapeuta con base en Gestalt puede enriquecer su práctica con IFS, incorporando:
- Un marco estructurado para comprender el sistema interno sin perder la fluidez de la Gestalt.
- Un enfoque más compasivo y colaborativo con las partes, útil para clientes que se resisten a la confrontación.
- Un trabajo específico con heridas profundas y partes exiliadas, que a veces pueden quedar fuera del campo de la Gestalt.
Por otro lado, la Gestalt puede aportar a IFS herramientas para trabajar el cuerpo, la espontaneidad y la expresión en el presente.
Gestalt e IFS ofrecen dos maneras de abordar nuestra complejidad interna. Mientras que la Gestalt se enfoca en la integración de polaridades en el presente, el IFS ofrece un mapa detallado del sistema interno, permitiendo liberar heridas del pasado.
Más que una elección entre un modelo u otro, puede ser valioso reconocer cómo cada enfoque aporta herramientas únicas para acompañar el proceso terapéutico. La clave no está en verlos como opuestos, sino en encontrar formas en que puedan dialogar para enriquecer la comprensión y el acompañamiento de quienes buscan autoconocimiento y sanación.