Alguna vez has sentido dentro de ti emociones, pensamientos o impulsos que parecen estar en conflicto? Es algo muy común y, aunque puede parecer extraño, estas experiencias reflejan nuestra naturaleza interna.
El modelo de Internal Family Systems (IFS) nos invita a explorar esta dinámica, ayudándonos a entendernos mejor y a sanar desde una perspectiva integradora. Cada pensamiento, emoción o impulso representa una parte de ti con un rol importante dentro de tu sistema interno.
En este artículo, te comparto 20 frases cotidianas que quizás has escuchado, dicho o sentido, y que reflejan la forma en que esas partes se expresan. Al final, encontrarás un ejercicio práctico para conectar con una de esas partes y descubrir lo que tiene para decirte.
20 frases que reflejan nuestras partes internas:
Aquí tienes algunas frases comunes que pueden ayudarte a identificar cómo hablas de tu mundo interno:
- “Una parte de mí quiere esto, pero otra no está tan segura.”
- “Me siento dividido, como si estuviera tirando hacia dos direcciones.”
- “Siento que estoy cargando con algo que no me pertenece.”
- “No sé por qué reaccioné de esa manera, simplemente salió de mí.”
- “Hay algo en mí que no se siente bien con esta decisión.”
- “Mi mente dice una cosa, pero mi corazón dice otra.”
- “Siento que hay un niño dentro de mí que aún no ha sanado.”
- “Necesito escucharme más antes de tomar una decisión.”
- “Hoy me siento más conectado conmigo mismo.”
- “Algo dentro de mí me está pidiendo que me detenga.”
- “Siento que me estoy saboteando.”
- “Mi intuición me dice que haga esto, pero mi miedo me frena.”
- “Cuando pienso en eso, algo en mi pecho se aprieta.”
- “Esa parte de mí que siempre busca agradar está agotada.”
- “Quiero perdonarme, pero algo en mí no me deja avanzar.”
- “Me cuesta aceptar esa parte de mí que siempre quiere controlarlo todo.”
- “Siento que tengo una lucha interna constante.”
- “Hay algo dentro de mí que grita por atención.”
- “Cuando me escucho realmente, me doy cuenta de lo que necesito.”
- “Me siento más completo cuando abrazo todas mis partes, incluso las que no entiendo.”
¿Has reconocido alguna de estas frases? ¿Te diste cuenta de cuán común es referirnos a nuestras partes internas en el lenguaje cotidiano? Sin darnos cuenta, describimos dinámicas internas que reflejan cómo nuestros pensamientos, emociones e impulsos buscan expresarse.

Esto no significa que estés “dividido” o “roto,” sino que, como todos, tienes un sistema interno compuesto por partes que buscan ayudarte, aunque a veces parezcan en conflicto.
El modelo IFS nos invita a escuchar esas partes con curiosidad y apertura, permitiéndonos comprenderlas mejor y transformar nuestra relación con ellas en algo más armónico y enriquecedor.
Ejercicio práctico para conectar con una parte interna:
A continuación, te propongo un breve ejercicio inspirado en el modelo IFS para explorar una de esas frases que resuena contigo:
Paso 1: Elige una frase de la lista que sientas que describe cómo te sientes ahora o en algún momento reciente.
Paso 2: Cierra los ojos y repite esa frase en tu mente. Nota qué sensaciones surgen en tu cuerpo.
- ¿Qué partes de ti están activas? ¿Cómo se sienten en tu cuerpo?
- ¿Cuál podría ser la buena intención detrás de lo que hace cada parte?
Paso 3: Escucha con curiosidad y sin juicio. Deja que cada parte exprese lo que necesita y tómalo con apertura.
Paso 4: Agradece a esas partes por su labor y por compartir contigo. Hazles saber que estarás presente para seguir escuchándolas cuando lo necesiten.
Ejemplo:
Si eliges la frase “Siento que tengo una lucha interna,” podrías notar una parte que te impulsa a avanzar y otra que intenta protegerte de un posible error. Reconocer que ambas tienen buenas intenciones (aunque expresadas de forma diferente) puede ayudarte a tratarlas con más compasión.
Conectar con nuestras partes internas no solo nos ayuda a entendernos mejor, sino que también nos abre la puerta a una mayor compasión y equilibrio interno. Si este ejercicio te resultó útil, puedes repetirlo con otras frases de la lista o explorar nuevas formas de dialogar con tu mundo interno.
¿Te gustaría compartir qué descubriste al hacer el ejercicio? ¡Te invito a reflexionar y, si lo deseas, a comentar tu experiencia!