Cómo los Mensajes Positivos hacia tus Partes Reducen el Estrés: Un Enfoque desde la Neurociencia y el IFS

Hoy quiero hablarte de algo que puede transformar tu vida diaria: la manera en que te hablas a ti mismo. Todos tenemos esas voces internas, algunas veces críticas, que nos dicen que no somos suficientes o que deberíamos hacer las cosas mejor. Pero, ¿qué pasaría si empezáramos a hablarles con amabilidad y positividad?

La Sabiduría de la Neurociencia

Primero, déjame contarte un poco sobre lo que dice la neurociencia. Cuando te hablas de manera negativa, tu cerebro libera cortisol, la hormona del estrés. Este aumento de cortisol puede afectar negativamente tu salud mental y física, aumentando el riesgo de ansiedad, depresión y problemas cardíacos.

Por otro lado, cuando te hablas de manera positiva, liberas dopamina y serotonina, neurotransmisores asociados con sentimientos de bienestar y felicidad. Estos químicos no solo mejoran tu estado de ánimo, sino que también te ayudan a manejar mejor el estrés y la ansiedad.

Internal Family Systems (IFS) y el Diálogo Interno

Ahora, conectemos esto con el modelo de Sistemas Familiares Internos (IFS). En IFS, entendemos que nuestra mente está compuesta de diferentes “partes” o subpersonalidades. Algunas de estas partes pueden ser críticas o temerosas, mientras que otras pueden ser protectoras o cuidadoras.

El truco está en reconocer y aceptar estas partes con compasión. Al hablarles con mensajes positivos, no solo estás mejorando tu diálogo interno, sino que también estás validando y calmando estas partes. Es como si les dijeras: “Te veo, te escucho y te valoro”. Este acto de reconocimiento y compasión puede reducir significativamente el estrés y promover una mayor armonía interna.

Cómo Practicar Mensajes Positivos

Aquí hay algunos pasos sencillos para empezar a hablarte positivamente:

  1. Reconoce tus partes críticas: Cuando sientas una voz interna negativa, identifícala. Puedes darle un nombre si eso te ayuda. Reconoce que está ahí por una razón, quizás para protegerte de alguna manera.
  2. Háblales con amabilidad: Imagina que estas partes son como niños pequeños que solo quieren ser escuchados y amados. Diles cosas como: “Está bien, entiendo por qué te sientes así. Vamos a trabajar juntos para sentirnos mejor”.
  3. Reemplaza la negatividad con afirmaciones positivas: Cuando te sorprendas pensando negativamente, trata de cambiar esos pensamientos. En lugar de “No soy bueno en esto”, di “Estoy aprendiendo y mejorando cada día”.
  4. Practica la gratitud: Agradece a tus partes por tratar de protegerte. Agradécete a ti mismo por el esfuerzo que pones cada día.

La Ciencia del Cambio

Estudios han demostrado que estas prácticas no solo mejoran tu bienestar emocional, sino que también pueden cambiar físicamente tu cerebro. A través de la neuroplasticidad, puedes reconfigurar tus redes neuronales para que respondan de manera más positiva y resiliente a las situaciones estresantes.

Un Mensaje Final

Recuerda, hablarte con amabilidad y positividad no es solo una cuestión de ser optimista. Es una práctica basada en la ciencia que puede tener un impacto profundo en tu salud mental y física. Si le respondes a tus partes desde tu verdadero Ser, con energía auténtica de tu corazón, esa energía positiva puede influir positivamente y abrirse camino, reduciendo el efecto de las cargas negativas.

Entiendo que esta es una medida provisoria y un cambio de vibraciones internas. Luego, podrás trabajar esa situación más profundamente, quizá con un practicante o terapeuta IFS.

Así que la próxima vez que escuches esa voz crítica, respira hondo, reconoce su presencia y respóndele con amor y compasión.

Espero que encuentres útil esta información y que empieces a practicar estos mensajes positivos hacia ti mismo. Si tienes alguna pregunta o quieres compartir tus experiencias, me encantaría escucharlas en los comentarios.