Imagina tu mente como una casa, con distintas habitaciones y espacios. Algunas áreas están llenas de luz y actividad, como un salón donde la familia se reúne. Otras son como sótanos oscuros, donde guardamos emociones y recuerdos que preferimos no enfrentar. Esta imagen nos invita a explorar cómo coexisten estas áreas en nuestra mente.
- El Salón de la Mente:
En el salón, encontramos partes de nosotros mismos que mostramos al mundo: alegría, lógica, creatividad. Aquí, la vida se siente ordenada y controlada. - El Sótano de la Mente:
En contraste, el sótano es donde residuos emociones y recuerdos que nos desafían: miedos, traumas, inseguridades. A menudo, mantenemos estas partes ocultas para ‘funcionar’ adecuadamente. - Interacción entre los Espacios:
Sin embargo, como en cualquier casa, los habitantes de estas áreas interactúan. En momentos de estrés o cambio, las emociones del sótano pueden ‘subir’ al salón, exigiendo ser reconocidas y manejadas.
Ejercicio de Reflexión:
Piensa en un momento reciente cuando una emoción ‘del sótano’ irrumpió en tu ‘salón’. ¿Qué sucedió? ¿Cómo reaccionaste?
Conexión con IFS:
El enfoque de Internal Family Systems ( IFS o Sistemas de la Familia Interna en español ) nos enseña a reconocer y validar todas las partes de nuestra mente. Al hacerlo, podemos empezar a trabajar hacia una mayor armonía interna, integrando el sótano y el salón de nuestra casa mental.
Reconocer y aceptar todas las partes de nuestra ‘casa mental’ es clave para nuestra salud emocional. Al igual que una casa real, necesita mantenimiento, comprensión y cuidado. ¿Estás listo para explorar todos los rincones de tu casa interna?