Querido lector, si estás buscando ayuda terapéutica con el modelo de IFS (Sistemas de la Familia Interna), este artículo es para ti.
Probablemente llegues a terapia con la esperanza de lograr ciertos cambios en tu vida. Quizás buscas dejar de sentir ansiedad, mejorar tus relaciones, o superar traumas del pasado. Es completamente válido y normal tener expectativas sobre lo que quieres lograr.
Sin embargo, te invito a tener una mentalidad abierta en este proceso, más que enfocarte rígidamente en resultados específicos. Tu terapeuta no tiene un poder mágico para “arreglarte” o “sanarte”. Más bien, su rol es acompañarte compasivamente en tu propio camino de auto-descubrimiento y crecimiento.
El enfoque de IFS es construir primero una relación de confianza entre tú y el terapeuta. De esta relación respetuosa y sin juicios puede emerger una comprensión profunda de lo que tú realmente necesitas, más allá de lo que tus partes protectoras claman que necesitan.
Ten paciencia contigo mismo y con el proceso. El cambio real suele requerir tiempo e implica encontrarse con partes heridas que necesitan ser escuchadas y sanadas. No siempre te sentirás mejor después de cada sesión. Pero si perseveras, estarás plantando semillas de transformación duradera.
Recuerda que tú tienes enorme fortaleza y sabiduría dentro de ti. El terapeuta solamente te acompaña amablemente a encontrar y nutrir esa fortaleza. Tú eres el verdadero agente de cambio en tu vida.
Abre tu corazón a esta experiencia humana de conexión dentro de ti y con el terapeuta. Del vínculo que construyan juntos emergerá tu propio conocimiento de lo que necesitas para avanzar. Confía en tu Self interno para guiarte en este proceso de autorealización.
Te deseo lo mejor en tu camino terapéutico. Ten la certeza de que ya llevas contigo la semilla de tu propia transformación.