Descubriendo tu ‘Yo’: Navegando en el Mar de las Decisiones Diarias

¡Hola a todos! Hoy queremos hablar sobre un aspecto de nuestras vidas que probablemente nunca te has detenido a analizar en profundidad: la toma de decisiones. Al pensar en eso, la mayoría de nosotros simplemente diría: “Sí, tomo decisiones todo el tiempo. ¿Y qué?”. Pero, ¿alguna vez te has preguntado quién está realmente al mando? Hoy, exploraremos el fascinante concepto del “Yo”, un elemento clave en la Terapia de Sistemas Familiares Internos (IFS) desarrollada por Richard Schwartz. ¿Listos para zambullirse en el mar de las decisiones diarias? ¡Vamos allá!

Imagina por un momento que tu mente es como una gran familia interna, donde cada miembro representa diferentes partes de ti. Algunos son más temerosos, otros más arriesgados, y hay quienes están siempre listos para disfrutar de la vida. Cada una de estas partes tiene sus propias opiniones, miedos y aspiraciones. Pero, ¿quién toma la decisión final? Aquí es donde entra en juego el “Yo”.

El “Yo”, según Schwartz, es la parte de nosotros que puede evaluar todos los consejos, actitudes y temores de nuestras diferentes partes desde una perspectiva global. El “Yo” puede ver el panorama completo y tomar decisiones saludables y justas para nosotros. No es omnipotente, pero tiene un sentido de lo que es saludable y no saludable, para nosotros mismos.

Entonces, ¿cómo se traduce esto en nuestra vida diaria? Veamos algunas de las maneras en que el “Yo” actúa como líder dentro de nosotros, a través de una lista amigable:

  1. El “Yo” tiene una perspectiva única desde la cual puede evaluar con precisión si la opinión de una parte es o no sabia para el bienestar total.
  2. El “Yo” presenta sugerencias, decisiones o preguntas solo después de considerar todos los lados.
  3. El “Yo” se dirige a todos los lados, mira hacia el futuro y muestra la voluntad de asumir la responsabilidad de lo que suceda en el futuro.
  4. El “Yo” puede distinguir entre las partes que son sabias y las que no lo son, y toma la decisión final.
  5. El “Yo” tiene la capacidad y la voluntad de escuchar a todas las partes y alentar su participación.
  6. El “Yo” puede hacerse cargo de las consecuencias de las decisiones y acciones.
  7. Aunque el “Yo” tiene una metaperspectiva única, no todas las decisiones diarias deben ser tomadas por el “Yo”.
  8. El “Yo” permite que una parte asuma responsabilidades temporalmente cuando sus habilidades la hacen la mejor líder en ese momento.
  9. El “Yo” promueve un sistema interno armonioso, donde cada parte opera en un rol que desea y tiene la capacidad de realizar.
  10. El “Yo” siempre busca una visión compartida y un sentido de pertenencia.

¡Y ahí lo tienes! Estos son solo algunos ejemplos de cómo el “Yo” funciona en nuestras vidas. ¡Pero espera! No te vayas todavía. En nuestro próximo artículo de mañana, “Yo vs Partes: Un Diálogo Interno”, te sumergirás aún más en el papel del “Yo”. ¡Hasta entonces, cuídate y mantén a flote en ese mar de decisiones diarias!

Fuente: La Mente Mosaico de Richard Schwartz y Regina Goulding